Consejos de cómo preparar tu vivienda para ponerla a la venta.
Preparar una vivienda para venderla puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso. Y no se trata de un proceso difícil, pero sí debe ser meticuloso si quieres que todo vaya bien.
Desde VIProperties Inmobiliaria en Torremolinos (Málaga), vamos a ofrecerte algunos consejos y pautas para que tu vivienda pueda estar lista. Así conseguirás sacarle el máximo rendimiento posible. ¿Empezamos?
Primer paso: despersonaliza cada rincón.
Quizás lo hayas oído muchas veces, pero es tan importante que no nos cansaremos de decírtelo. Debes entender que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio concepto del hogar de nuestros sueños.
Quita el exceso de objetos y las cosas demasiado personales (fotos familiares, manualidades de los hijos, souvenirs…), vacía las superficies horizontales (estanterías, mesas, cómodas) de esos pequeños objetos y recuerdos que a menudo lo ocupan todo. Deshazte de esa butaca vieja a la que le tienes cariño pero que esta horrible, pon flores naturales… En definitiva, asegúrate de que tu vivienda resulte lo más atractiva posible PARA LOS DEMÁS.
Además, se trata de encontrar un futuro hogar en el que construir nuevas experiencias. Y eso es más sencillo de imaginar si las estancias tienen un suave color arena que si son rojo pasión.
Por eso el primer paso, después de vaciar la vivienda de tus enseres personales, será pintar la vivienda (si hace tiempo que no lo haces). Los mejores tonos serán los blancos o los tonos suaves en vainilla o beige, que añadirán luminosidad y aumentarán la percepción de tamaño de las estancias.
Repara todos los desperfectos en paredes, techos y suelos de la vivienda. Asegúrate de que todos los interruptores funcionan, que las persianas están engrasadas, que los grifos no gotean o sustituir griferías viejas por otras nuevas y contemporáneas, cambiar los apliques viejos o desfasados por unos nuevos. Cada experiencia negativa debida a un mal funcionamiento de algún equipamiento de la vivienda, se convierte en una fuerte penalización en el precio de oferta por parte del comprador.
Debes asegurarte de que todas las bombillas e interruptores de la casa funcionan. Las bombillas deben aportar la intensidad y el color adecuados (recomendamos 60W como mínimo, salvo en lámparas de ambientación). Puedes pensar que es buena idea comprar alguna lámpara para añadir un punto de luz ambiente en zonas puntuales de la vivienda (luces de sobremesa, de suelo o de pie).
Aunque las camas no tengan sábanas, pon un edredón por encima como si estuvieran vestidas. Nada extravagante ni demasiado llamativo. Y quizás algún cojín o manta decorativa a los pies.
Hay olores que siempre resultan agradables (una habitación recién ventilada, flores naturales, velas perfumadas, inciensos o ambientadores suaves, café recién hecho…), y otros que pueden resultar invasivos o excesivamente personales (animales domésticos, comida recién cocinada, un espacio sin ventilar, un dormitorio en el que alguien acaba de dormir…) Es esencial, puesto que los olores son enormemente evocativos (de lo bueno y de lo malo), que antes de las visitas se tomen las medidas oportunas para propiciar un entorno agradable al olfato.
También puedes añadir alfombras y cambiar las cortinas por visillos finos o estores claros.
La limpieza debe ser rigurosa si quieres preparar tu vivienda.
Rigurosa y exhaustiva hasta el último rincón de la casa. Todo debe estar en perfecto estado de revista. Impecable el polvo, los sanitarios, las ventanas y los cristales. No te dejas nada.
Tras pintar y limpiar debes considerar la distribución del mobiliario. Aunque quieras vender la casa vacía, es mejor enseñarla montada primero. A no ser que el mobiliario esté especialmente viejo, obsoleto o deteriorado.
En otros países es habitual alquilar muebles cuando quieres vender una propiedad. De esta forma puedes usarlos mientras la enseñas y después devolverlos. Lo que significa que sin duda éstos ayudan a acelerar la venta.
Eso no incluye esas enormes estanterías oscuras de comedor, con armarios y que cubren toda una pared al completo. Tampoco emplees muebles de diferentes estilos en una misma estancia para rellenar.
A menudo las visitas quieren saber si el espacio de almacenamiento es suficiente para sus necesidades y nos piden poder abrir los armarios. Tener el interior de los armarios (roperos, de la cocina, de los baños) y las estanterías en orden ayuda a que la experiencia de la visita sea óptima.
En cuanto a los lugares de paso, lo más despejados posible. Así que evita el exceso de mesas, mesitas y cómodas. Seguro que te lo han dicho otras veces, pero menos es más ¡siempre!
Turno para la cocina y los baños.
Seguro que ya has limpiado todos los muebles y azulejos. Mejorar un poco el aspecto general de tu cocina es relativo. Pero puede ayudar el añadir algo vegetal, un par de detalles de un mismo color y algún vinilo.
¿Te cabe una barra con un par de taburetes? También estaría bien completar el conjunto con un trapo y una alfombra de goma, ambos del mismo todo. Echa un vistazo a las revistas de decoración y evita los excesos ¡ya sabes!
La cocina debe estar siempre despejada de trastos y de electrodomésticos invadiendo la encimera. Asegúrate de que todos los armarios abren y cierran perfectamente. Quita las fotografías, dibujos, postales y notas de los colegios de la puerta de la nevera.
Con los baños a veces se pueden hacer cambios radicales con muy poco. Cambiar la cortina del baño y la alfombra. O cambiar la tapa del sanitario. Y, en cuanto al mueble, unos pomos nuevos le darán un aire renovado.
Si crees que falta espacio de almacenaje, puedes añadir una de esas estanterías sobre el váter. Colocas en ella un par de detallitos y será un ambiente perfecto.
Además de asegurarte del perfecto funcionamiento de todos los grifos y mecanismos, recomendamos: 1) Aplicar borada a todas las juntas entre baldosas. Retirar de la vista todos los productos de belleza y otros productos relacionados con la higiene personal.
Deja salir tu decorador/a interior.
Recuerda que tu casa debe estar en un estado perfecto para cada una de las visitas que reciba. Verás que pintar, invertir un mínimo en decoración y limpiar pueden transformar tu casa más de lo que pensabas.
Aunque, si vendes para comprar, quizás tengas que recurrir al alquiler de trasteros. Eso te ayudará a conservar tus pertenencias durante el periodo de transición. Y, sobre todo, librará a tu piso de ellas durante las visitas.
Son pequeños cambios que podrían revalorizar tu piso para sacarle un mayor rendimiento. Además, lo venderás mucho antes. Porque preparar tu vivienda para ponerla a la venta, si sabes cómo, será la mejor idea.
Siguiendo nuestros consejos, tu vivienda se venderá antes y a mejor precio.